No sabía a dónde ir hoy. Mientras discutía con el cubano que me servía mi café a 5 centavos, me convenció de ir en dirección a Baracoa, la primera ciudad de Cuba. Me encuentro en mi camino con un relleno de encendedores desechables. Otra brillante idea del pueblo cubano que desafía las leyes del sobreconsumo. Por 10 centavos este simpático señor recarga tu encendedor. Finalmente dejo Moa, el paisaje es tan impresionante que está contaminado. El viento sigue presente, la carretera en muy mal estado. Estos buenos cubanos me dan agua helada, eso es generoso. El paisaje es muy bonito a pesar de las subidas imposibles. Por primera vez en el viaje, acepto la derrota y subo las colinas junto a mi bicicleta. Encuentro una pequeña playa aislada y alcanzo la felicidad!!! Pequeño vídeo:
Después de nadar un poco, salí a la carretera de nuevo en vlan ... ¡pinchazo! Lo arreglo todo como un adulto. Gracias a mi amigo Pep que me dio una mini lección antes de salir. Parcheo los dos agujeros que están presentes en mi cámara de aire. Salgo a la carretera otra vez y compro una botella de jugo de mango fresco de una familia cubana. Lo curioso es que el hombre de la casa había perdido la llave del candado para entrar a la casa, así que tuvo que atravesar el techo... Salí a la carretera otra vez y wham... otro pinchazo que reparé felizmente. La vida es buena, estoy arreglando otro agujero. Por fin llego a Baracoa... tengo una hermosa habitación frente al mar. Un muy buen dia. ¡Estoy bien! ¡Cada día soy más cubano! ¡Deja que la vida te guíe! David Beauchesne www.fast123.ca